Nuestro logo, que representa un Enso del que nace un Bonsái, encapsula la esencia de nuestra práctica y nuestra conexión con la cultura japonesa.

El Enso: En la filosofía del Budismo Zen, el enso es un círculo dibujado a mano en un solo trazo. Representa la imperfección, la fuerza, la elegancia y la simplicidad. Es un símbolo de la iluminación, el universo y el momento presente. Al dibujar un enso, se busca alcanzar un estado de concentración y calma mental, valores fundamentales en el Aikido.

El Bonsái: Originario de China y popularizado en Japón, el bonsái es el arte de cultivar árboles en miniatura. Estos árboles, aunque pequeños, representan la naturaleza en su totalidad, simbolizando la fuerza, la resistencia y la capacidad de adaptarse a cualquier entorno. El bonsái es una metáfora de la vida: a través de la poda y el cuidado, podemos cultivar nuestro propio crecimiento y desarrollo.

La unión del Enso y el Bonsái en nuestro logo representa:

• La importancia de la paciencia y la perseverancia: Tanto el enso como el bonsái requieren tiempo, paciencia y dedicación. Cultivar un bonsái o dibujar un enso perfecto es un proceso que requiere práctica constante y una mente tranquila.
• La conexión entre el espíritu y la naturaleza: El enso simboliza el espíritu, mientras que el bonsái representa la naturaleza. Juntos, representan la armonía entre el ser humano y el mundo natural.
• El camino hacia la perfección: El enso, al ser dibujado a mano, es imperfecto, lo que refleja la naturaleza imperfecta del ser humano. Sin embargo, esta imperfección es lo que lo hace bello y único. El bonsái, a través de la poda y el cuidado constante, se perfecciona, pero nunca se completa del todo, lo que refleja la naturaleza del crecimiento personal.